El presidente de la Diputación de Cáceres, en la Fiesta del Cerezo en Flor, celebrada en Piornal, ha reconocido el papel fundamental de agricultores y agricultoras, así como de los representantes municipales, “que trabajan denodadamente por sus pueblos y el medio rural”.
Se habla del Cerezo en Flor y se sabe que el espectáculo estético, la emoción de toda una comarca, la tradición, el compromiso y el arraigo a la tierra están asegurados. Es todo esto y más lo que se ha congregado este viernes en la localidad de Piornal, escenario, en esta ocasión, de la celebración de la Fiesta del Cerezo en Flor, reconocida como Fiesta de Interés Turístico Nacional.
Llega la primavera y con ella se espera ese manto blanco que va cubriendo el Valle del Jerte y que se celebra con un encuentro entre vecinos y vecinas, asociaciones, entidades territoriales y representantes de las distintas instituciones, y que es también un homenaje, un apoyo y un reconocimiento a las y los agricultores “del valle y de otros lugares, esos hombres y mujeres que trabajan por su tierra y para llevar alimentos a las grandes ciudades, un reconocimiento que a veces no hacemos como se merecen” Así lo ha manifestado el presidente de la Diputación de Cáceres, Miguel Ángel Morales, durante el acto en el que se han entregado las Cerezas de Oro 2004. “Es una suerte -ha dicho- compartir este día a ras de cielo y con tanto talento como están demostrando jóvenes como Seba y Gemma o Mónica y Raquel, que son ejemplos claros de cómo la juventud de nuestra provincia se compromete y cree en ella misma y en sus pueblos”. En este reconocimiento, el presidente ha querido referirse también a “los acaldes y alcaldesas, concejales y concejalas, tanto si están al frente del gobierno como si están en la oposición, gracias por el compromiso personal que asumís para hacer la vida más fácil y mejor a vuestros vecinos”.
Es este compromiso y este trabajo que se viene haciendo desde hace años el que, ha dicho, ha convertido al Valle del Jerte “en un ejemplo de unidad, un ejemplo que pone en evidencia la importancia que tiene trabajar unidos, porque así, desde esa unidad, fuisteis pioneros en el desarrollo del territorio acudiendo a fondos europeos, junto a otra comarca asturiana, Los Oscos, los primeros que pusisteis en valor la solidaridad de Europa con España y con los territorios, algo en lo que seguís trabajando desde la mancomunidad o el Grupo de Acción Local, SOPRODEVAJE”.
A lo largo del acto, se ha hecho entrega de las Cerezas de Oro, unos galardones con los que se quiere reconocer a organizaciones, empresas o personas que, de alguna manera, han contribuido a promocionar la comarca y sus productos. En esta ocasión han recaído en la Fundación Carasso y en el cantante y compositor Robe Iniesta.
Miguel Ángel Morales ha agradecido el papel que cada uno desde su lugar ha desempeñado en pro de esta tierra, “Robe, que dice que desde Piornal se ve el mar, y yo digo, el mar de la esperanza, el mar imbuido del sentido de trabajo, sacrificio y unidad”. Ha reconocido también la labor de la Fundación Carasso, “el trabajo que hacen por el arte y la sostenibilidad alimentaria, como herramienta de cambio social, herramienta de solidaridad que nos iguala a todos”.
La Fundación Daniel y Nina Carasso, centrada en la alimentación sostenible y en el arte ciudadano, ha apoyado al Valle del Jerte, tanto a la Mancomunidad como al Grupo de Acción Local, Soprodevaje, a desarrollar determinados proyectos, como el denominado “Habitar el palacio”, un proceso ciudadano para el uso de lo que iba a ser, en su día, un palacio de congresos y que no llegó a materializarse. Hoy, se trabaja para llevar a cabo en él diferentes actividades y y actuaciones culturales.
Otro proyecto apoyado por la fundación ha sido el que lleva a cabo Soprodevaje denominado “Comprometidos con el valle”, para incentivar el consumo de productos de proximidad e impulsar los pequeños comercios y los restaurantes de la comarca.
El otro premiado ha sido el cantante placentino Robe Iniesta, quien reconoce sentirse muy unido al valle, una de sus inspiraciones a la hora de componer. Ya en su día, Robe Iniesta recibió el Premio Picota, que concede la Denominación de Origen Protegida Cereza del Jerte.
Para terminar, el presidente de la diputación ha hecho un llamamiento a la unidad de las administraciones, “porque los que tenemos la responsabilidad tenemos la obligación de ponernos de acuerdo para hacer la vida más fácil a la gente, y esa es la política que estamos haciendo desde la diputación, ponernos de acuerdo incluso en los desencuentros”. “La política -ha sostenido– es una herramienta fundamental sobre todo para los que menos tienen, para que las administraciones podamos darles las mismas oportunidades que los que tienen mucho, para que la cuna en la que nacemos no marque el destino de cada uno de nosotros”.
Tanto el presidente de la diputación como el alcalde de la localidad anfitriona, Javier Prieto, han recordado de manera especial a los cinco alcaldes y alcaldesas que fueron condenados por permitir vertidos de cerezas de destrío sobre superficies no autorizadas, una sentencia que ha sido recurrida ante el Tribunal Supremo. “Quiero acordarme de cinco personas que injustamente hoy no pueden seguir ejerciendo la labor encomiable que venían haciendo: Félix, de Rebollar; Antonio, de Tornavacas; Marifé, de Cabrero; José Antonio, de Navaconcejo, Natalio, de Cabezuela del Valle. Hombres y mujeres buenos que pagaron injustamente su dedicación”, ha concluido Morales.
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